La salmonelosis continúa siendo uno de los problemas más importantes en avicultura. Por un lado, la originada por cepas causantes de enfermedades propias de las aves y, sobre todo, por aquellos serotipos/serovares que ocasionan toxiinfecciones alimentarias en humanos por el consumo de huevos y otros productos de origen animal contaminados con dichas cepas.
Para el control de estas cepas, se han implementado los programas nacionales de control de salmonella para asegurar el estado sanitario de los animales y evitar la trasmisión a las personas a través de la cadena alimentaria. Estos programas nacionales contemplan la utilización de vacunas vivas frente a salmonelas en aves
En el caso de las gallinas ponedoras, existe un Programa Nacional específico para el control de determinados serotipos de salmonella.
Según la Dirección General de Sanidad de la Producción Agraria, dependiente del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, el objetivo que se pretende alcanzar en este programa es “el control de la presencia de Salmonella Enteritidis (SE) y Salmonella Typhimurium (ST) incluyendo las cepas monofásicas de Salmonella Typhimurium con fórmula antigénica 1,4,[5],12:i:-, en las gallinas ponedoras adultas de la especie Gallus gallus cuyos huevos se destinen a comercialización para consumo humano, y la reducción al 2 % o menos del porcentaje máximo de manadas positivas de gallinas ponedoras adultas”
Para la prevención de la salmonelosis aviar, existen planes de vacunación de las gallinas ponedoras en los que se incluye la vacunación frente a los serotipos de salmonella indicados en el Programa Nacional de Control.
Desde el año 2016, para la lucha frente a la salmonella en aves, Calier dispone en el mercado de Primun Salmonella E, una vacuna viva atenuada de salmonella enteritidis indicada para la inmunización activa de futuras gallinas ponedoras y reproductoras.
Un aspecto muy importante que hay que tener en cuenta en relación a las vacunas que se usen frente a la salmonelosis en aves es que éstas no interfieran en los programas nacionales de control de salmonella, así como en las auditorías de autocontrol que se llevan a cabo en las granjas que apliquen estas vacunas.
Para asegurar esto, juega un papel esencial la posibilidad de que se puedan diferenciar adecuadamente las cepas vacunales de las cepas salvajes o de campo en distintas matrices, lo que nos permite controlar tanto los niveles de excreción de las cepas, así como asegurar que la vacunación a través del agua de bebida haya sido adecuada permitiendo la correcta inmunización de todos los animales.
Actualmente, el diagnóstico y aislamiento de salmonella en aves se realiza a través del método oficial que se llevará a cabo a través de la norma ISO 6579, denominada “Microbiología de los alimentos para consumo humano y alimentación animal”. Es un método para la detección de salmonella spp en distintas muestras que se realiza según la metodología tradicional haciendo un preenriquecimiento previo y posteriormente a través del uso de medios de enriquecimiento selectivos nos permite el aislamiento de la cepa de salmonella presente en las muestras.
También hay varios métodos alternativos a ISO 6579 que se podrían emplear en ensayos de autocontrol dentro de los programas nacionales de control de salmonella y que han de estar validados frente al método de referencia. Dentro de estos métodos alternativos para el diagnóstico de la presencia de salmonella en aves está la utilización de medios semisólidos modificados, kits miniaturizados, sistemas semi-automatizados y técnicas inmunológicas.
La cepa vacunal de salmonella enteritidis incluida en la vacuna Primun Salmonella E tiene algunas características diferenciadoras que ayudan a evitar confusiones con cepas de campo cuando se usa la metodología tradicional. Dentro de estas características hay 2 importantes como son que se trata de una cepa inmóvil y que no es productora de SH2.
Actualmente, para distinguir la cepa vacunal de otras cepas de campo de salmonella enteritidis, se usa una metodología que combina el método tradicional de diagnóstico y aislamiento de salmonella en aves con las distintas sensibilidades y/o resistencias específicas a determinados antibióticos que tiene la cepa vacunal.
Con la metodología tradicional se consigue el aislamiento de una cepa de salmonella, a partir de la cual y con la suplementación de algunos antibióticos a determinadas concentraciones al medio de cultivo, nos permite discriminar si la cepa aislada se trata de una cepa de campo o la cepa vacunal. Esta técnica es válida tanto para ver la presencia de la cepa vacunal en el agua de bebida y así asegurar que la vacunación ha sido correcta, como determinar durante cuánto tiempo se produce la excreción de la cepa al medio ambiente a partir de los animales vacunados.
Una de las características particulares de la cepa de salmonella enteritidis presente en Primun Salmonella E es su patrón de sensibilidad y resistencia a determinados antibióticos. Este patrón es totalmente diferente al de la misma cepa de origen
Esta metodología nos permite hacer una monitorización adecuada de todo lo que rodea al proceso de vacunación frente a la salmonella en aves, desde el inicio de la administración de la vacuna hasta el seguimiento posterior de las granjas que hayan sido vacunadas.
Con este perfil de sensibilidad y resistencia a determinados antibióticos se han elaborado técnicas “in house” para la determinación de la cepa vacunal y kits de detección rápida para la diferenciación de la cepa vacunal versus cepas posibles de campo.
Clalier pone a disposición de los usuarios de Primun Salmonella E ambos métodos que permiten monitorizar la vacunación así como distinguir entre cepas de campo y vacunales. La posibilidad de diferenciación está acorde con las directivas expresadas en los programas nacionales de control de Salmonella que exigen que las vacunas atenuadas dispongan de un método adecuado para diferenciarse bacteriológicamente.