La transferencia de embriones o fecundación in vitro, en general son herramientas de reproducción al servicio de la ganadería. Trabajando con embriones se puede avanzar en dos aspectos fundamentales para la explotación como son la mejora genética y la reproducción. Bien por separado, bien simultáneamente.
¿Cuánto voy a ganar si aplico las tecnologías embrionarias en mi granja?
Esta pregunta es realmente magnífica y muy sugerente. Es la pregunta que el productor debe hacer a sus veterinarios. Para responderla desde el punto de vista de la genética necesitamos hacer tres pasos:
- Seleccionar un índice genético que exprese el valor genético en dinero (euros o dólares, etc.)
- Ordenar nuestros animales con arreglo a este índice (pruebas genómicas)
- Simular el programa embrionario de modo que las peores hembras porten las crías de las mejores
De este modo podremos calcular el valor económico de la descendencia, compararlo con el valor que tenemos sin hacer el programa de transferencia de embriones o fecundación in vitro y enfrentarlo al presupuesto de ejecución del mismo.
La diferencia nos indica una parte del retorno económico que se irá materializando a medida que los animales generados entren en producción y demuestren su superioridad genética. Este trayecto tarda unos 5 años, tanto en ganado de carne como de leche y refleja claramente que se trata de una inversión.
No es un gasto, aunque sea trabajo veterinario o reproductivo. Es una inversión de lo más estratégico que tiene una ganadería, que es su genética. La gran ventaja es que no se pierde con el paso del tiempo, sino que incluso se magnifica generación tras generación, lo cual solamente ocurre con la genética, puesto que es lo único que se hereda.
Los programas de embriones también tienen su impacto económico en el plano reproductivo de la explotación. Seleccionando muy bien las receptoras podemos optimizar el ritmo de preñez. Por otro lado la transferencia de embriones , ofrece una gran oportunidad de mejora en la fertilidad de vacas repetidoras durante todo el año y de todas las vacas en el verano cuando el estrés por calor hace mella en la inseminación. En ambos casos el resultado de la tasa de concepción mejora en el doble o más a la I.A., y el beneficio económico es fácilmente calculable para una explotación con datos reproductivos conocidos. Salvar vacas todavía no amortizadas y mejorar la preñez en verano son efectos cuantificables tanto por la reducción de días abiertos de la granja como por el valor de las gestaciones conseguidas.
Existen algunas herramientas de cálculo que nos ayudan a predecir el retorno económico y el beneficio de aplicar T.E. en las ganaderías. Plantear un programa realista adaptado a la dimensión y necesidades de la granja puede resultar claramente rentable siempre que la técnica se desempeñe con profesionalidad y buenos resultados
Ejemplo de la evolución con T.E. de una ganadería. Las gráficas representan la distribución normal para valor genético en €€. Azul= promedio de España; Negro=ganadería en estudio; Amarillo= ganadería nº 1 del ranking español; Negro de puntos= simulación de la ganadería en estudio tras aplicar T.E. Toda la explotación experimenta un salto de 3 veces el valor económico anual de cada animal.